EL REY MÁS LOCO…EL MELLIZO FABIÁN ORTIZ

Quién es este loco lindo? Quién es este señor que los 364 días del año tiene como profesión ser peluquero pero el día 365 todo cambia, que  cada 5 de enero por la noche hace que todo sea  magia ?

Fabián Ortiz, más conocido como «El Mellizo Ortiz», «el peluquero», «el loco» que cada 5 de enero junto a un grupo de amigos salen en caravana a recorrer los barrios de San Martín para llevar la magia de los Reyes Magos.

El melli, que hoy tiene 47, pero hace mucho tiempo con tan solo 16 años se convirtió en Rey Mago. ÉL quería ser actor, iba a teatro gaucho en el barrio San Pedro, no duró mucho pero actuaron en una obra para la iglesia. Una vecina, Rosita Poncino, le ofreció disfrazarse de Rey Mago para ir al hospital a visitar a los niños que estaban internados. Era su oportunidad, el gran papel que todo actor siempre espera. Junto a sus amigos los hermanos Yañez, oriundos también del barrio San Pedro y músicos folcloristas se convirtieron en Reyes Magos.

Un Rey Mago que siempre tuvo diferentes compañeros (inclusive su hermano mellizo), un Rey Mago diferente a cualquiera que hayan conocido en cualquier región, un rey atípico, estrafalario, grotesco, raro, original…loco. Un rey que se le estrujó el corazón en una de las tantas visitas al hospital.  Era aproximadamente el quinto año que iban, una enfermera les cuenta la historia de un niño que llevaba varias semanas sin querer levantarse de la cama estaba depresivo, había perdido a su familia en un accidente; cuando los ve ingresar, el niño se levantó y lo abrazó; el rey no pudo evitar llorar y darse cuenta de esta gran responsabilidad en la que se embarcaba.

Cuando comenzaron los recorridos por los barrios, el Melli ocupaba su propio vehículo, un Jeep; pero días después un niño reconoció el vehículo, tuvo que inventar una mentira y así nació la idea de comprar autos especialmente para esa fecha, en realidad «eran cachivaches».  Un Torino sin tren delantero ni motor,  al que apoyaban sobre una rueda de camión y lo  arrastraban para trasladar a los reyes; o una cubierta de camión tirada por una camioneta también sirvió de movilidad. Una moto que no funcionaba y que para comprarla tuvo que ir pagando de apoco: los tres reyes subidos a la moto mientras con una soga eran remolcados por una camioneta, «surfeabamos por las calles con la motito, quedó destruida». También una Citroneta  fue el camello imaginario donde los Reyes iban sobre el techo. Y así distintos vehículos todos llamaban la atención, y si se están preguntando si  alguna vez se accidentaron?…más de una vez besaron el asfalto, más de una vez terminaron con más vendas y tierra que golosinas, muchas veces, pero era una parte más de esas noches mágicas.

El mellizo es un rey diferente, distinto, débil a los vicios mundanos. Fue así que en una ocasión ( no vamos a dar nombres de los acompañantes de ese momento por razones obvias) mientras recorrían el centro de San Martín, tres mujeres que estaban en un bar deciden subirse con ellos al vehículo y después de las golosinas correspondientes…bueno… terminaron a los besos.

Las anécdotas son miles y «la carne es débil». En otra oportunidad cuando ya habían terminado el recorrido un señor les contó que tenia un hijo con una discapacidad y  quería que fueran a visitarlo. Era en Barriales, le pagaron el combustible y fueron recibidos de la mejor manera, comida, bebidas era una gran fiesta y de tanto brindar y festejar, los reyes regresaban a San Martín en colectivo porque no sabían donde habían dejado el vehículo.

Vivencias únicas, cuestiones que mejoraban cada año. Cuando un niño descubrió que su barba era falsa se dio cuenta que unos días antes no debía afeitarse y que cada año debía ser diferente y es así como este año, la caravana de «El mellizo y sus amigos» nuevamente llenaron de emoción las calles de San Martín, emoción, alegría y sorpresa.

Los Reyes llegaron en un Buggy acompañados de varios motoqueros, un modelo T (réplica de 1914), un Citroen Mehari y varios autos más. Son los amigos del Melli que son muchos, porque habría que nombrar a los «super mecánicos» que trabajan hasta último momento para arreglar cada vehículo, las amigas encargadas de recaudar las golosinas, de elaborar los trajes. Las radios que ayudan con la difusión y dejar grabado cada momento;  y en especial cada niño que cree, cada adolescente que juega a creer y cada adulto que con un nudo en la garganta, una sonrisa y una mano extendida vuelve a su niñez, porque eso es lo que logran los Reyes Magos, eso es lo que logra nuestro Mellizo Ortiz, un Rey Mago diferente, distinto, único. Un rey loco.