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«CONOCIENDO A MI ARTISTA». EL PELUCHE

UN MUCHACHO DE BARRIO...

En esta oportunidad, El Peluche, creador de La Banda del Peluche. Aquí nos cuenta cómo fue desde sus inicios hasta el día de hoy.

¿Quién es el  Peluche?
El Peluche es un muchacho de barrio que no tiene horarios cuando hay que cantar.
¿Qué estas haciendo para crecer como artista?
Estoy trabajando a full con la música del cuarteto para poder brindarles lo mejor de mí, a mi lindo público y así crecer día a día. Estamos ensayando nuevos temas se hace más difícil con la cuarentena pero ahí estamos.
¿Quién es tu referente o ídolo musical?
Mi ídolo sin dudas es Rodrigo, el Potro Cordobés.

¿Cuál a sido tu show más significativo o gratificante?
He tenido muy lindos show que han quedado grabados en mi memoria para el resto de mi vida, pero hay uno que fue en Ferro, ex club La Amistad. Un escenario donde pasaron  grandes artistas y poder pisar ese lugar y brindar un buen show, fue lo máximo.

¿Tenés alguna cábala antes de subir al escenario?
Si, le pido a Dios y al Gauchito Gil que me vaya bien.

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que estas en la música
Mi vida ha cambiado para bien… soy un agradecido! Estar en contacto con mucha gente nueva, nuevos amigos.

¿Tenés tatuajes? ¿Qué significan?
Tengo 16 tatuajes, cada uno tiene un significado pero los mejores son los tatuajes con los nombres de mis hijos y de mi ahijada.

¿Qué querías ser cuando eras chico?
Cuando era niño quería ser futbolista, y también de pequeño usaba los tupper y ollas de mi madre para tocar. ya me gustaba la música desde pequeño.

Con el fútbol empecé a los 8 años jugaba fútbol sala estuve en distintos clubes. En el 2000 nos fuimos a Chile y salimos campeones y ya desde ahí  lo dejé un poco de lado para dedicarme a la música.
Arrancamos con «Meta Caño» en el 2002 con Marcos Jarko a la cabeza. Luego llegó «Alta Banda», una banda que armamos junto con mi hermano Cristian Aveiro.  

En el 2006 fui parte de la banda de Coco el Aventurero (primer cantante de Santamarina) hacía la percusión y coros, y con quien grabamos un disco. También pasé por  «El sencillo» junto a el Mono y el Tonga.

Después de un tiempo decidí irme y armar mi banda propia con pibes del barrio San Pedro, «Sentimiento Cumbiero» tuvimos grandes éxitos. Aprendí a tocar la trompeta y tuve algunas participaciones en otras bandas, incluso de otros estilos. Finalmente llegó  «La Banda del Peluche», con una gran aceptación del público y casi sin darnos cuenta, estábamos haciendo presentaciones todos los fines de semana, hasta cuatro toques por noches!

¿Cuál es tu comida favorita?
Unos buenos bifes a la criolla.

En tus tiempos libres, ¿Qué te gusta hacer?
En mis tiempos libre me gusta, cocinar y hacer música…siempre en familia lo disfruto mucho… esas dos cosas me apasionan!

¿Tus verdaderos amigos son más que los dedos de una mano?
Realmente mis verdaderos amigos son más que los dedos de una mano! para que nadie se ofenda.

¿Una película?
«Condena brutal». con Sylvester Stallone

¿Una bebida?
Vino con soda.

¿Un deporte?
Fútbol.

¿Un disco?
«Apetito destrucción» de Gun’s Roses.

¿Qué fue lo que te hizo decidir por la música?
Es que yo desde chico siempre tuve la música en la sangre, aprendí de muy chico a tocar los timbales… y siempre me empapé con lo artístico, el que me conoce sabe que siempre fui músico.

¿Tenés redes sociales? ¿Dónde te pueden seguir?
Si tengo la página, La Banda del Peluche donde tengo más de 3000 seguidores o mi Facebook personal, Peluche Aveiro.

¿Qué fue lo más complicado que te tocó vivir desde que estás en la música?
Lo más complicado que me ha tocado vivir es que  muchas veces tuve que dejar mi familia para irme a tocar… e irme pensado que les podía pasar algo.. traté siempre de ir y volver tranquilo, bien, ya que ellos me esperan siempre.

¿Qué es lo que más disfrutas de ser cantante?
Lo que más disfruto de ser cantante, es el cariño de la gente siempre, son cosas simples pero que llenan el alma.

¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
Mis proyectos a futuro son llegar siempre a lo más alto siendo yo, el Peluche, y nunca perder la humildad…

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