A los 97 años falleció Carlitos Balá, un emblema de la infancia para muchas generaciones argentinas.
Nació el 13 de agosto de 1925 en el barrio porteño de Chacarita. Cuando era muy joven, comenzó haciendo chistes en la Línea 39, que lo homenajeó hace unos años colocando en su terminal la obra «Carlitos Balá Iluminado». Impulsado por su hermana mayor, se animó a participar de un concurso radial que ganó, gracias a su humor familiar y su actitud amable, y allí comenzó su extensa carrera.
Desde su programa televisivo y con el humor como medio, logró que miles de niños y niñas aprendieran cosas nuevas, dejaran de usar chupetes que sumaba al «chupetómetro», y dejó un legado imborrable en el lenguaje popular, con sus frases y sus chistes y gestos característicos.
Debutó en el cine en 1963, donde desarrolló su personaje cargado de pases de comedia física, torpeza y gestos, su técnica para repartir carcajadas.
Acompañamos a sus familiares y amistades en su despedida.